Mesalina



Mesalina, según el diccionario de la R.A.E. significa: Mujer poderosa o aristócrata y de costumbres disolutas.

Veamos porqué.

En el año 25 d. C. nace nuestra protagonista, Mesalina, en Roma.

Pese a estar emparentada con la familia imperial, Mesalina no gozaba del estatus económico que debía tener: su hogar estaba en decadencia, su padre no era un político destacable y su madre era una mujer poco virtuosa que había derrochado la fortuna familiar.

Al no poseer una dote digna de atraer a un funcionario público de renombre, Mesalina tuvo que conformarse en aceptar el cortejo del hazmerreír de la corte: Claudio, el tío del entonces emperador Calígula, a quien había llamado la atención por su juventud y belleza. Ella decía amarlo y esto bastó para que Claudio, quien había tenido dos fracasos matrimoniales anteriormente, reconsiderara su posición respecto al matrimonio.

En el año 38 d. C. se casa con Claudio, quien por entonces tenía aprox. 50 años. Así pasa a ser la tercera esposa del tío del emperador Calígula. Se arregló el enlace que, a ojos de su madre Domicia, era ventajoso para su familia. En lo cual no se equivocó, pues después de la caída de Calígula, en el año 41 d.C., Claudio fue proclamado emperador, de modo que Mesalina y su familia recobraron su estatus. El nuevo emperador estaba ciegamente enamorado de su esposa, lo que motivaba que se dejara manipular por ella. Mesalina se valió de este poder que ejercía sobre su esposo para lograr sus objetivos personales que iban desde simples caprichos hasta ejecuciones.

En el año 48 d. C. Narciso, el liberto de Claudio, descubre la conspiración de Mesalina (mientras Claudio estaba fuera de Roma, en la isla de Ostia) quien en secreto había cometido bigamia al casarse con el cónsul Cayo Silio, con quien planeaba usurpar el trono de Roma. Para ello pretendían deshacerse de Claudio. Con la ayuda de Narciso, Claudio descubre la bigamia de su esposa y la condena al suicidio. Mesalina, al igual que su amante, es obligada a suicidarse; pero, al no poder hacerlo, es decapitada.

Mesalina y su promiscuidad

Mesalina dio rienda suelta a su ninfomanía. Según narra el poeta Juvenal, llegó a prostituirse en el barrio de Subura bajo el apodo de Lycisca, que significa "la mujer perra".
En el siguiente grabado se observa a Mesalina realizando uno de sus servicios en un burdel de la época.


Orgullosa de su legendaria lascivia, lanzó un reto al gremio de las prostitutas de Roma: las instó a participar en una competición, que ella organizaría en palacio, aprovechando la ausencia de Claudio quien estaba en Britania. Dicho desafío consistió en saber quién podía atender a más hombres en un día. Las prostitutas aceptaron el reto y enviaron una representante, la prostituta más famosa de Roma, una siciliana llamada Escila.

El evento dio inicio por la noche, y a él asistirían muchos hombres importantes de la corte, además de otras damas a las cuales Mesalina había convencido de participar.

Escila se rindió después de haber sido poseída por 25 hombres; Mesalina salió victoriosa, pues superó la cifra al llegar al amanecer y seguir compitiendo. Según se dice, aun después de haber atendido a 70 hombres no se sentía satisfecha, llegando hasta la cifra increíble de 200 hombres. Cuando Mesalina pidió a Escila que regresara, esta se retiró diciendo: «Esta infeliz tiene las entrañas de acero».


Ahora entiendo que fuera tan famosa como para perdurar su nombre en el tiempo con ese significado.

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viernes, agosto 22, 2008 | 2 comentarios

que se llama Soledad



Otro día más sola. Sábado. Agosto. Estoy de vacaciones. Y estoy sola. Completamente sola.



Hace un rato terminé de ver una película que pusieron en la tele, "nunca hables con estraños"... No recordaba haberla visto antes. Como siempre, no sé porqué pero siempre me pasa, las películas que veo me hacen pensar. He pensado que quizás yo también me esté volviendo loca, como ella, la protagonista. Aperentemente reboso cordura, pero por dentro tengo tantas dudas, tantas paranoias, tantas penas, tantos recuerdos imborrables, tantos sentiemientos confusos... no sé ni como soy capaz de seguir aparentando era normalidad e insluso aparente felicidad.



Hoy he necesitado compañía. No de mi madre, que me ha abrazado como si supiera lo que sentía por dentro, ni de mi hermana... ni siquiera de una amiga. He necesitado el abrazo de un compañero, de un amante, de una pareja. No deseaba salir a cenar, al cine, de discoteca ni de escapada romántica en un hotel con encanto... hoy no pedía tanto, solo una mano que estrechar, un brazo que me rodeara mientras veía la tele, un hombro en el que descansar mi cabeza... pero no lo he tenido. Aún sigo esperándolo, que idiota. Y realmente no lo tengo porque yo no he querido. He sido yo quien he decidido estar sola y ahora tengo que afrontar mi decisión. Dios... porqué lloro...



Casi cojo el coche y voy a buscarle. A él, a quien me ha regalado 4 años de su vida y me ha intentado hacer feliz con todas sus fuerzas. A quien yo he decidido alejar de mi y hoy echaba tanto de menos... joder... deja de llorar coño...



Pfff.... Creo que no debo seguir escribiendo. No tengo fuerzas para describir lo sola que me siento. La soledad me está haciendo un agujero en el pecho y siento mucho dolor. Me lo merezco. He hecho tanto daño a mi alrededor que me merezco lo que me está pasando. Solo me queda aguantar.



No le deseo ni a mi peor enemigo este sentimiento, que se llama Soledad.

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sábado, agosto 09, 2008 | 2 comentarios